¿Qué dice nuestro silencio, nuestra mirada o nuestros gestos? ¿Te has parado hoy observar si aquello que expresas verbalmente, está en sintonía con lo que dice tu mirada, tu expresión, tu cuerpo? ¿Realmente aquello que estás diciendo es lo que quieres expresar?
A veces solo son necesarias pocas palabras concretas, las necesarias y las justas. A veces es necesario dejar una conversación a tiempo, para volver en otro momento con más claridad y dirección. Sin embargo, numerosas veces entramos en discursos vacíos y confusos, sin rumbo, ni claridad.