La libertad es el tiempo que nos damos entre la emoción y la reacción. Cuando respondemos al conflicto invadidos por nuestras emociones, somos esclavos de nuestras reacciones y no somos libres. Respirar, parar, sentirnos y tomar conciencia de cómo se desencadenan estos patrones, nos permite aprovechar nuestras aptitudes y actuar de un modo más sano, efectivo y respetuoso con nosotros/as mismos/as y los demás.
Relacionarnos con asertividad
¿Amor o control?
Cuando la vida nos trae cosas buenas, tenemos miedo a perderlas y nos esforzamos en mantenerlas. Y cuando no, sentimos frustración y tristeza.
Vivimos con la idea de tener o no tener. Y nos esforzamos a menudo sobremanera, para poseer un buen trabajo, una buena pareja, unos buenos amigos…
¿Te has planteado que quizás simplemente las cosas vienen o se van, son o no son?, ¿Pero que realmente nunca has sido dueño de ellas?
Todo el empeño que ponemos en resistirnos a ello, nos genera aún más sufrimiento y nos hace vivir desde el miedo y la alerta.
Poner la intención y tener objetivos, no es incompatible con abrirnos a lo que la vida nos trae… y dejarlo ir cuando toca. Eso es realmente amor. Lo otro, es control.
¿Pueden el Control y el Esfuerzo formar parte de la dinámica del Amor por algo o por alguien? Poder pueden…¿pero realmente es entonces amor?
Decir lo que sentimos
En ciertas situaciones nos cuesta terriblemente decir lo que sentimos, lo que pensamos y necesitamos de manera honesta.
A veces porque ni siquiera nosotros tenemos claridad o certeza de lo que nos sucede. Otras porque tememos profundamente el juicio, el rechazo, el desamor.
¿Cuántas veces te has engañado o has engañado? ¿Os habéis planteado cuántas cosas fingimos, enmascaramos, hacemos o dejamos de hacer en busca de amor?
Comunicar lo necesario
¿Qué dice nuestro silencio, nuestra mirada o nuestros gestos? ¿Te has parado hoy observar si aquello que expresas verbalmente, está en sintonía con lo que dice tu mirada, tu expresión, tu cuerpo? ¿Realmente aquello que estás diciendo es lo que quieres expresar?
A veces solo son necesarias pocas palabras concretas, las necesarias y las justas. A veces es necesario dejar una conversación a tiempo, para volver en otro momento con más claridad y dirección. Sin embargo, numerosas veces entramos en discursos vacíos y confusos, sin rumbo, ni claridad.
Silencio y conexión con el otro
El lenguaje, en ocasiones, dificulta que podamos conectar con el otro de manera real y profunda.
Las palabras que se usan para rellenar el vacío, para tratar de convencer al otro, para impresionar o imponer, interfieren más que alimentan cualquier relación.
Una conexión real a menudo no requiere de palabras.
¿Comunicas desde el corazón o desde la «razón»?
Hay algo no nos gusta del otro y le decimos: deberías hacer esto o lo normal es que hagas lo otro. Sin embargo, desde la razón y desde nuestra propia verdad, tenemos menos probabilidad de transformar la situación, más posibilidades de que el otro se sienta atacado y se defienda desde el mismo lugar.
Comunicarnos desde el corazón (cómo me siento, qué necesito, cuáles son mis deseos…) nos abre más puertas porque facilita al otro que pueda sintonizar con nuestras emociones y que pueda estar más abierto a expresarse y compartir.
En determinados contextos, momentos, situaciones o personas, nos resulta más difícil comunicarnos desde el corazón.
Relaciones tóxicas o nutritivas
Todos tenemos un gran poder para cambiar nuestro estado de ánimo y nuestras circustancias, sin embargo, no podemos negar que la influencia y el contacto con las otras personas, nos motiva, nos ayuda a crecer y a aprender. O al contrario, nos limita, nos agota, nos detiene o nos pone frenos.
Reconocerás a las personas tóxicas por ser aquellas que te quitan energía; fruto de sus constantes quejas, de sus exigencias, de su negatividad o de su imperativa necesidad de ser el centro de atención.
Aquí te dejo un artículo de mi web de psicóloga:
http://www.raquelballesteros.com/Psicologa/Articulos_2/Entradas/2010/6/21_Relaciones_que_nos_ayudan_a_crecer._Como_reconocerlas.html
¡Y cómo no! La imagen ilustrativa.
Disfruta de lo que queda de martes, rodeándote de personas nutritivas.
Conflictos
¿Te has planteado alguna vez, cuál es tu necesidad inicial después de un conflicto?
– ¿Cercanía y contacto?
– ¿Diálogo y análisis?
– ¿Tiempo y distancia para la reflexión?
– ¿Soluciones y plan de acción?
– ¿Escucha y comprensión?
Cada una de ellas es básica para volver a emprender la relación de manera constructiva con el otro/a, con ganas, confianza y energía. Pero dependiendo del entorno y de las personas implicadas, en ciertos momentos tendremos más necesidad o prioridad hacia una de ellas en un primer instante.
Expresar y respetar esa necesidad, en nosotros mismos y en el otro, en nosotros mismos y en el otro, es básico para que las cosas vuelvan a su cauce original y no queden rencores y/o cabos sueltos.