Recibir y aprender a soltar

Recibir es aprender a hacernos cargo de lo que nos llega en la vida, sin aferrarnos. Permitirnos gozar de los buenos momentos sin tratar de atarlos con llave y candado para que no se desvanezcan.

Cualquier intento de retener los bonitos recuerdos, de mantener en nuestro cuerpo las sensaciones agradables vividas, es un esfuerzo inútil que nos provoca sufrimiento.

El único modo de sentirnos en paz, es aprendiendo a soltar y a dejar marchar incluso lo bueno.dejar ir.001

Contacto con el presente

La palabra contacto viene del latín «tangere» (tocar, alcanzar) y tiene mucho que ver con conectar y experimentar con todos los sentidos el momento presente, sea agradable o desagradable.

En nuestro día a día nos pasamos el tiempo tratando de tocar o alcanzar ideales futuros y nos olvidamos de estar en contacto con lo que hay. Y en ese esfuerzo por conseguir algo distinto, nos desconectamos de nuestro cuerpo y del entorno y dejamos de sentirnos vivos.

Después de unos breves pero profundos días de descanso, aquí estamos de nuevo con las pilas cargadas.

¡Feliz regreso de las fiestas de Pascua!Contacto con el presente.001

Reescribir y pasar página

Me gusta mirar la vida como si se tratara de una novela, de un libro en el que transitamos por capítulos (unos más oscuros, otros más luminosos, unos más extensos, otros más breves).

Cuando miramos hacia atrás, a veces nos damos cuenta de que hemos pasamos demasiado tiempo en algún capítulo de nuestra vida o de que no hemos dedicado el suficiente, a otro. En ocasiones nos quedamos extasiados y atrapados en el drama o la trama de suspense de algunas páginas, por la adrenalina que esto nos provoca. Esto nos da una sensación fugaz de «estar vivos» y nos evita enfrentarnos a la incertidumbre de las páginas en blanco.

Cada capítulo tiene un significado y un sentido y en cada capítulo hay un aprendizaje.

¿En qué capítulo estás? ¿Qué título le pondrías?

Con este post me despido hasta pasadas las fiestas de Pascua, hasta el próximo 7 de abril. Tomamos unos días de descanso para revisar nuestras páginas e ir encaucando la trama. 😉libro de tu vida.001

Defensa y miedo

Hay personas que parecen estar a la defensiva. Hacen un esfuerzo consciente para hacerse valer, para posicionarse y mostrar su poder. Tras todo ese esfuerzo, un miedo a a ser invadidos por el otro, a ser dañados.

Nuestras reacciones defensivas con el otro no son más que una llamada a gritos de amor y comprensión.

Todos en algunos momentos nos ponemos a la defensiva pero si respiramos y somos honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta que en ese momento nos estamos sintiendo vulnerables frente al otro, estamos sintiendo miedo.

Nuestro deseo real es el de pertenecer, el de tener empatía del otro, lograr su respeto o su amor.

¿Te atreves a abrirte al otro y a explorar tus miedos?

defenderse y distinguirse

 

Autoestima

La autoestima según Nathaniel Branden (comparto plenamente su visión) es la suma de la Eficacia personal + el Respeto hacia uno mismo.

Eficacia personal: Nuestra capacidad para desenvolvemos en el día a día de una manera satisfactoria para nosotros mismos, en la toma de decisiones, la resolución de dificultades, la comunicación con el otro, etc.

Respeto hacia uno mismo: El trato que tenemos con nosotros mismos, tanto en los «éxitos» como en los «fracasos». La paciencia, el amor y respeto que nos proporcionamos a través de nuestro diálogo interior y de nuestros actos.

Hay personas muy eficaces pero con un diálogo interior muy exigente y poco respetuoso. Hay personas más permisivas y compasivas consigo mismas, pero más insatisfechas y críticas con el entorno y poco enfocadas a la acción.

¿Qué tal está tu autoestima?

¡Feliz fin de semana!autoestima.001

Fuerza y dulzura

La fuerza es la capacidad para modificar, transformar o poner algo en movimiento. Sin embargo, cuando usamos la fuerza de manera impulsiva, sin dulzura, esta es una energía bruta que puede volverse en nuestra contra, agotarnos y/o destruirnos.

Evita dispersar tu energía de manera compulsiva, haciendo mil cosas que no te llenen, luchando contra cosas que no puedes cambiar. Usa tus energías en la vida de manera consciente, pausada y con corazón. Seguro lograrás más y mejores resultados y sobretodo, disfrutarás más del camino.

¡Feliz viernes y dulce fin de semana!

corazón instinto conciencia.001

Silencio y conexión con el otro

El lenguaje, en ocasiones, dificulta que podamos conectar con el otro de manera real y profunda.

Las palabras que se usan para rellenar el vacío, para tratar de convencer al otro, para impresionar o imponer, interfieren más que alimentan cualquier relación.

Una conexión real a menudo no requiere de palabras.

Elbert Hubbard decía: «El que no entiende tu silencio, probablemente no comprenda tus palabras»

 

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¿Comunicas desde el corazón o desde la «razón»?

Hay algo no nos gusta del otro y le decimos: deberías hacer estolo normal es que hagas lo otro. Sin embargo, desde la razón y desde nuestra propia verdad, tenemos menos probabilidad de transformar la situación, más posibilidades de que el otro se sienta atacado y se defienda desde el mismo lugar.

Comunicarnos desde el corazón (cómo me siento, qué necesito, cuáles son mis deseos…) nos abre más puertas porque facilita al otro que pueda sintonizar con nuestras emociones y que pueda estar más abierto a expresarse y compartir.

En determinados contextos, momentos, situaciones o personas, nos resulta más difícil comunicarnos desde el corazón.

¿Y tú, desde dónde te comunicas?corazón razón.001

¡Feliz lunes!

Urgencia vs Presencia

Centrar atención en la que podríamos hacer y no hacemos, nos mantiene en un estado constante de insatisfacción ante las expectativas no cumplidas.

Siempre habrán cosas que podríamos hacer pero que no hacemos por falta de tiempo o energía, siempre habrán temas pendientes, libros por leer, experiencias por vivir, personas a las que conocer, conocimientos por adquirir….

Querer acapararlo todo es un vicio que nos mantiene agotados, exhaustos e infelices. Nos quita energía para gozar de lo que sí hacemos, para profundizar y degustar con tranquilidad, paz y amor, lo que ya tenemos.

Haz que tu vida se vaya decantando cada vez más por lo importante y valioso y menos por lo «urgente».

Cuando termine el día de hoy, en lugar de preguntarte; ¿Qué es lo que tengo que hacer mañana? ¿Qué quedo pendiente?
Pregúntate; ¿Qué me ha hecho feliz hoy?

 

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