Tu autoestima puede subir o estar «por las nubes», si:
– Eres guapo/a.
– Eres bueno en tu profesión.
– Eres popular/líder/gracioso/carismático en tu grupo de amigos.
– Tienes un piso espectacular, un coche todoterreno, un/a novio/a envidiable.
– ……..
¿Pero qué pasa cuando ese castillito tan bien construido se tambalea? Hace falta mucho control y esfuerzo para mantener una estructura «perfecta». Inevitablemente un día estaremos «feos», cometeremos errores, estaremos poco inspirados, seremos aburridos….
A nuestro ego le encanta hacer cosas, tener resultados porque eso se premia, da aceptación social, estatus y reconocimiento. Pero nuestro ser más interno (llamémosle «alma») solo quiere que le dejemos respirar, que le demos tregüa, que le permitamos fluir y relajarse en lo que es. Esa es la aceptación real de uno mismo.