Centrar atención en la que podríamos hacer y no hacemos, nos mantiene en un estado constante de insatisfacción ante las expectativas no cumplidas.
Siempre habrán cosas que podríamos hacer pero que no hacemos por falta de tiempo o energía, siempre habrán temas pendientes, libros por leer, experiencias por vivir, personas a las que conocer, conocimientos por adquirir….
Querer acapararlo todo es un vicio que nos mantiene agotados, exhaustos e infelices. Nos quita energía para gozar de lo que sí hacemos, para profundizar y degustar con tranquilidad, paz y amor, lo que ya tenemos.
Haz que tu vida se vaya decantando cada vez más por lo importante y valioso y menos por lo «urgente».
Cuando termine el día de hoy, en lugar de preguntarte; ¿Qué es lo que tengo que hacer mañana? ¿Qué quedo pendiente?
Pregúntate; ¿Qué me ha hecho feliz hoy?